martes, 14 de noviembre de 2017

Ruta hacia el Matrimonio...Entre lo Dulce y Agraz


Aunque aún hay muchos que no pueden creer que me haya casado…pues les cuento que ya es un hecho y ojo hay testigos de esto…déjenme decirles que no fue un camino fácil, sobre todo cuando es una decisión tan importante la cual en nuestro caso se tomó de manera concienzuda guiada por el amor, bondad, afecto, respeto que nos tenemos de hace tantos años 22 para ser exacta…pues sí tuve la fortuna de casarme con mi mejor amigo.

Como les decía anteriormente, no fue fácil ya que durante el proceso, cuando algunos se fueron enterando que nos casábamos, no dejaron de preguntar cientos de veces si estábamos seguros (como si fuéramos unos adolescentes rebeldes sin norte y no unos adultos de 35 y 36 años con madurez espiritual, emocional y solvencia ), como tampoco dudaron en decir todo lo malo que veían del matrimonio desde soportar caracteres, hábitos, cultura hasta lo económico…sinceramente fue aterrador, sentí mucho miedo pensar que una vez casada mi marido se convertiría en un monstruo feo y con colmillos afilados…ósea que terminaría durmiendo con mi enemigo…

Déjenme contarles que me dio una angustia atroz y una crisis de pánico terrible que jamás había experimentado, pero el amor hacia mi amado y su amor el que me manifestaba día a día, hacían que la calma volviera a mi…este hombre sí que se enamoró hasta curo mis miedos al matrimonio con solo amarme…

Finalmente, llegó el gran día, fue un matrimonio íntimo pero bellísimo, momento que recordaré con especial amor y cariñome acompañó durante la ceremonia una regresión de cuando éramos unos adolescentes hasta cuando nos hicimos adultos…volviendo en ese mismo minuto en sí, miro hacia el lado y ahí estaba él emocionado y ya no era solo mi amigo de la adolescencia, era más que eso, el hombre que me acompañaría por el resto de mis días.

Acto seguido nos fuimos de luna de miel a disfrutar del sur de Chile, sin tener idea de lo que nos depararía Dios, nos tenía reservado algo muy especial, nos mostró la otra cara de la moneda esa de la que nadie nos habló antes…Nos encontramos con un matrimonio cuyo esposo conocía al mío en el ámbito netamente laboral y ahí estaba junto a su esposa, quienes deciden sentarse con nosotros, nos presentamos y ahí estaban dos matrimonios, uno celebrando su aniversario número 21 y nosotros en nuestra luna de miel con solo 4 días de casados…no creerán la emoción que me hicieron sentir esos dos desconocidos que se pusieron de pie felices por nuestra unión, asintiendo que fue la mejor decisión que el matrimonio era algo maravilloso, especialmente si Dios estaba entre nosotros, nos contaron su experiencia y de cómo enfrentan las situaciones difíciles, pero sin dejar de mencionar lo felices que se sienten con haberse elegido y caminar juntos en los buenos y malos tiempos, fue un encuentro con mucho sabor a miel que culminó con grandes bendiciones hacia nosotros.

Al día siguiente mi esposo y yo fuimos a un museo (son mi debilidad me encanta visitarlos) y fuimos atendidos por el mismo artista que exhibe sus obras en el lugar, nos contó su historia y de la gran lucha terrenal y espiritual que tuvo que batallar para hacer realidad sus sueños, nos dio a conocer la importancia que Dios tuvo en su vida para el conseguir lo que anhelaba y por lo que tanto trabajo durante años, nos felicitó por nuestra unión y así como él junto a Dios alcanzo la realización de sus sueños nos dijo que nosotros en esta nueva aventura que vivíamos juntos podríamos hacer realidad lo que anhelamos para nuestra familia, porque los sueños se hacen realidad…

Mis queridos lectores sé que en esta ruta que trazamos hacia el matrimonio y que durante éste, las cosas no fueron ni serán perfectas porque mi esposo y yo no lo somos, pero ahora sé que dentro de nuestras imperfecciones mientras no nos falte amor, empatía, respeto, generosidad, amistad y sobre todo Dios, nuestra imperfección será perfecta para nosotros.

Fue realmente un alivio despertar durante la noche mirar hacia mi lado y ver a un hombre relajado, confiado y feliz a mi lado, sin cara de monstruo y dientes afilados, lo acaricie mientras dormía y volví a dormir, porque sabía que no estaba durmiendo con mi enemigo, sino con el amor de mi vida…

Y colorín colorado este cuento recién está comenzando...

Nota: A mi esposo, una vez más…gracias por querer a la adolescente que fui y por amar a la mujer que soy…

No hay comentarios.: