lunes, 30 de julio de 2018

Dolores que matan...En medio de la tormenta...




Soy de las personas que disfruta mucho de una buena taza de café, pero soy de las pocas que no lo toma para despertar y para tener la suficiente cafeína para que me permita seguir con mi rutina, sino que me gusta ir a un lugar, sentarme y ojalá en buena compañía a tomarme este café, porque es un momento de relajo, quietud y un proceso reflexivo, donde me dedico también a observar y analizar mi entorno...pues sí, parece loco pero todo eso hago en torno a una simple taza de café...y cuando me encontraba en este proceso, me entero de una triste noticia.

Créanme que esta noticia caló profundamente mi corazón, por lo que quise saber más y leí todo lo que pude en torno a ella, la noticia se trata de una mujer de 24 años que había cometido parricidio, es decir, mató a su hijo de 1 año y 6 meses, si mal no recuerdo, la idea era, acto seguido, matarse ella también pero no logró morir, cabe agregar que ya tenía otro niño que era mayor que el fallecido. ¡Que situación más dolorosa!.

Este hecho punible no fue lo único que despertó mi horror sino que los comentario de todos los opinólogos que albergan las redes sociales, sin un mínimo de cuidado y respeto, jueces no letrados, opinando qué es bueno y qué es malo.

Cuando leí la carta que dejó la mujer antes de cometer este delito, no me fue indiferente, era sin duda un relato de auxilio, donde se reflejaba, el abandono, la soledad, la desesperación y una deficiente red de apoyo, era una mujer que se sentía sola con dos hijos contra el mundo, en una triste realidad psicosocial, señalando además que no contaba con los recursos y dependía de terceros, por lo que sentía que su vida no tenía sentido, porque en el fondo sus hijos estaban viviendo lo mismo que ella vivió en su niñez, en un entorno de drogadicción, alcoholismo y con necesidades insatisfechas.

La mayoría opinaba en contra de esta mujer, pero pocos se centraron en el trasfondo, aquí existen múltiples causas que detonaron este actuar, la mujer estaba envuelta en un sistema familiar multiproblemático que afectó el desarrollo psicosocial de esta mujer y que en el presente estaba afectando a sus hijos, además sin una debida red de apoyo su dolor se puede convertir facilmente en una enfermedad psicosocial que la llevará a atendar contra su vida y a su entorno inmediato...según ella matar al niño era evitarle sufrimiento, claramente estos son indicadores, de que debemos volver a reparsar como país nuestras políticas públicas y hacer seguimiento a las familias, especialmente a mujeres que se han convertido en madres, sé que existen muy buenos programas de apoyo para el recién nacido, éstos programas en su mayoría están orientados a apoyar a los padres para fortalecer la coparentalidad, lo que por supuesto encuentro maravilloso.

Sin embargo, pienso que también se debe hacer seguimiento a mujeres después del parto y trabajar desde la empatía, preparar profesionales para estas circunstancias, para que trabajen con ellas psicosocialmente, ya que ser madre implica enfrentar grandes cambios a nivel, hormonal, físico, psicológico, social, laboral, académico, etc, dependiendo de la etapa en la cual se encuentre la mujer. Ojo no todas las mujeres viven estas experiencias de maternidad con una pareja como para aliviar las responsabilidades coparentales, están solas. Y muchas están con la presión, de que por hacer uso de su pre y post natal, una vez expirado el fuero pueden ser removidas de sus cargos o son cambiadas de puestos, desafortunadamente es una realidad en algunos lugares.

No quiero que piensen que justifico este parricidio, solo invito a ser más reflexivos a la hora de entregar una opinión, porque sus opiniones desinformadas e irresponsables dañan más, nadie sabe el centro de lo que sucede en la vida de una persona, el hecho que tu a pesar de cualquier circunstancia negativa, jamás tomarías una decisión como esa, no significa que todos enfrenten igual que tu los problemas, cada persona tiene distintas capacidades, recursos y experiencias, y no todos pueden salir adelante solos, necesitan de una red de apoyo para volver a ver sol después de un día de tormenta.

No te pido que estés de acuerdo conmigo, solo te pido que hagas el siguiente ejercicio antes de opinar de una tragedia ajena, te invito a reflexionar y decir:


  • No soy esa persona, por lo tanto no tiene por qué pensar o actuar igual a mi.
  • Esa persona, quizás qué vivencias negativas o tristes a tenido, que se sintió así de mal para tomar tan drástica decisión.
  • Piensa que esa persona tal vez no tiene la capacidad de salir sola adelante y que sus recursos son limitados para buscar en sí misma algo que la motive a volver a levantarse.
  • Nunca olvides que todo pensar y sentir es legítimo, aunque muchas veces no estemos de acuerdo, todo tiene un origen, un por qué. Ojo no estoy diciendo que legitimemos el parricidio, NO! bajo ningún caso. Te pido que comprendas que las circunstancias de la joven la llevaron a sentirse abandonada, sola, sin fuerzas para vivir y esta bien permitirnos sentir cuando algo nos pasa, pero es aquí cuando más apoyo se necesita.
  • Y siempre recordar que frente a un estimulo o situación cada persona reaccionará o se comportará de distinta manera.
Por otra parte, no olvidemos que:

  • Prestar oído a una persona en medio de un problema, puede ser una salida liberadora de catarisis y desahogo. 
  • Abrazar es una buena forma para hacer que una persona se pueda sentir apoyada y valorada, en una situación difícil.
  • Un mensaje de texto, correo o llamada, hará que la otra persona se sienta importante para alguien, saber que es recordada/o ¿a quién no le gusta?
  • Una visita o invitación a compartir un café para distraernos de lo que nos agobia
  • Empatizar con el dolor del otro es fundamental, para evitar juzgar, mejor hagámonos parte de una alternativa de solución para esa persona y no seamos un enjuiciador más que hace aumentar su dolor.
  • Ofrece ayuda, muestra alternativas de solución, solo si ves que necesita que alguien le ayude a resolver su problema, ya que habrán veces que uno solo necesita desahogarse y hablar, no recibir consejos. Debes estar atento/a para saber de qué manera intervenir o simplemente pregunta si quiere que le ayudes a buscar solución a su problema.
  • Sea respetuoso/a con el dolor ajeno, ojo, no todos sentimos igual, hay cosas que le parecerán tontas como para llorar por eso, pero tal vez para esa persona es su vida entera.

Espero que nuestra sociedad vuelva a humanizarse un poco más e interactúemos desde la empatía y respeto, para que podamos ayudarnos los unos con los otros frente a esos dolores que matan, porque claramente en este caso, el dolor de esta mujer mató a su hijo. 

No dejemos que el dolor nos siga matando y relegándonos al abandono, sumidos en nuestros propios pensamientos destructivos, especialmente cuando se dedican a solo juzgarnos.

No más dolores que matan...Abrazos XL para todos los que hoy viven un gran dolor...cuentan con una fiel servidora...Ann Rojas.



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