En
la vida hay muchas personas y cosas por la cuales vale la pena luchar y
perseverar, para alcanzar esos momentos de alegría cuando por fin son parte de tu
vida. Sin embargo no deja de asombrarme
en cómo cada ser humano canaliza sus energías para precisamente lograr estar
con una persona determinada… y es ahí donde se me vienen a la mente cientos de frases cliché que pueden quedarse
en esa categoría o pueden a su vez tener algo de razón, como esta que dice así…
“es mejor sufrir por amor, que nunca
haber amado” y así otras más.
Lo que más me asombra es lo literal que
muchas personas se toman estas palabras, y realmente se dedican a
puro sufrir con sus parejas, porque el
colectivo social, nos alimenta de frases como éstas, imagínense que somos capaces de decirnos “quien te quiere te aporrea”,
ósea ¿que mientras más te hago sufrir y golpeo más te quiero y tú más te
enamorarás de mí?...pues, siguiendo esta lógica, aquí queridos hombres los
esperan dos puños cargaditos de amor!, vengan para ser amados…
Pues
sí, me resulta algo curioso, ya que si bien amarse involucra pasar por
distintas etapas con tu pareja (altos y bajos) eso no significa que esas etapas
deban involucrar malos tratos y que te falten el respeto en distintas
circunstancias, pues mis queridos
lectores déjenme decirles que quien no te abre un espacio en su vida, no te
reconoce como alguien importante, pasándote a llevar todo el tiempo, hablando
mal de ti frente a terceros, que solo se preocupa de sus cosas y solo sus
problemas son más importantes que lo que a ti te pase, déjame decirte que esa
persona simplemente no te quiere, ni
tampoco te merece.
Sí,
lo leíste bien, no te quiere, no te merece, el amor implica respeto, ser
generoso, solidario, ayudarse mutuamente, confeccionar alas en el otro para que
juntos alcancen sus metas y objetivos, quien
te relega a lo último, no puede ser lo primero en tu vida, esto es mutuo,
deja de escuchar esas frases de antaño, porque no son ciertas, aprende a amarte
y a darte valor, mereces ser presentado(a) ante su círculo cercano, compartir
de esos buenos y malos momentos de su vida, en donde se puedan abrazar de
alegría o para sostenerse el uno al otro cuando alguno este vulnerable.
Deja de pensar, que la o lo vas a
cambiar, pues así como Barny (que es un dinosaurio que vive en
tu mente), ese pensamiento de lo o la voy a cambiar…es una fantasía que vive en tu mente, eso jamás pasará, nadie puede
cambiar a nadie, si no te quiso hoy, no te va a querer mañana ni tampoco vas a
cambiar sus costumbres, si siempre fue egoísta no dejará de hacerlo porque tú
se lo pidas, tal vez lo haga pero temporalmente, solo algo sobrenatural puede
hacer que la esencia de una persona pueda cambiar, pero tú y yo no somos ese
algo sobrenatural.
¡Repito!, ¡No va a cambiar! Sin
embargo tu sí puedes cambiar, pero de
persona, si tú ves que esa persona que te acompaña no es lo que quieres, no
pierdas tu tiempo tratando de cambiarla, simplemente, busca a alguien que se
ajuste a tu visión de vida en pareja, que comparta tus principios y valores,
que te quiera así como tú eres sin querer cambiarte, cuando veas a esa persona
que se ríe contigo y no de ti, que te abraza sin motivos, te sorprende cada día
con algo especial sin estar de aniversario, que corresponde a todo lo que le
das e incluso te entrega todo sin que tengas que pedírselo, y te quedaste ahí
para disfrutarlo y retribuirle en todo ese gran amor que te entrega, pues ¡felicidades!,
porque eso quiere decir que comprendiste que no debes ir por la vida intentando
cambiar el comportamiento de las personas, sino que derechamente debes cambiar
a la persona por otra, porque simplemente esa no era para ti.
Todas las piezas del rompecabezas vienen
perfectas, solo que a veces no nos tomamos el tiempo suficiente para observar y
ponerla en el lugar adecuado, nuestro afán en ocasiones nos hace forzar las
piezas para hacer que encajen y es ahí cuando las dañamos.
Cuando
encuentras a ese alguien que no quiere cambiarte y que para ti está perfecto
así como es, ¡el rompecabezas se ha completado!
Por Ann Rojas
